domingo, 21 de diciembre de 2014

Retro lover

Queridísimos "amicuelos" (obsérvese el proceso de formación parasintética del palabro: amigo+locuelo), paso a informaros de algo que no os hará mejores personas, y que sin embargo leeréis con fruición y pasión:

No me gustan los juegos modernos. Esta es una oración simple dotada de explosiva y suficiente carga semántica como para servir de punto de partida para una debida explicación. Y ahora contradigámonos: me lo pasé genial con las últimas entregas de la saga The Elder Scrolls, o con The Darkness II, DishonoredAmnesia: The Dark Descent, entre otros, mas permitidme la cabezonería: me decanto por el rollo retro. ¿Pura nostalgia? Quizás, pero hay más: buena parte de los programadores modernos son nazis de los gráficos peliculeros tresdé que reniegan de guiones, trasfondos y libertades. ¿Libertades? Sí, me refiero a ese hecho tan ignorado de permitir cincelar a nuestro personaje como nos venga en gana y decidir su ulterior destino. Por el contrario, yo y otros locos como yo, sostenemos que lo esencial es la pura y dura posibilidad, es decir, el hecho de que un juego nos permita una aprovechable y sencilla diversión pixeliana, haciendo uso de recursos literarios y en general artísticos. ¿Un ejemplo? Pues ahí tenéis la saga Mount and Blade (gráficos nada extraordinarios, interfaz retro y libertad total para crear y dirigir a nuestros retoños digitales).


Debo confesar que normalmente le doy cinco minutos a un juego de ordenador para que me embelese, y con ellos me basto y sobro para decidir en qué y por qué pierdo mi tiempo. En esta criba implacable no se salva MMORPG alguno, salvo quizás el EVE Online, cuyo animus lucrandi me impide penetrar en sus misterios convenientemente; los demás, amigüitos, se me antojan vanísimos círculos viciosos construidos sobre la absurda premisa del "vete allí, haz esto y vuelve a por la piruleta". Beeej. Apreciado lector, ¿no le parece que jugar al Bioshock es como entrometerse amordazado en el interior de un bello decorado? Menciono este juego pero bien podría aludir a cualquier otro, incluyendo los ya citados. ¡Escenarios desalmados, apartaos y dejad paso a la creatividad humana! Del mismo modo, amigo lector, le animo a que repiense sus conceptos básicos: ¿qué es un juego y para qué sirve?, ¿inmersión? Mmmm, un argumento muy flojo; nunca me inmiscuí tanto en un juego como en aquellos clásicos noventeros construidos en VGA. Esas grandilocuentes, infladas y perfiladas "películas" que actualmente llamamos videojuegos, están normalmente dirigidas a un público de inteligencia mediana y ramplonas intenciones, pero nosotros queremos más, deseamos talento, profundidad y alma.

He dejado claro lo que me disgusta, ahora vayamos a lo que mola, al menos a los efectos de este solitario y pendenciero blog, a saber: el producto indie, retro o abandonware. ¿Por qué? Pues veréis, a mí y a una legión de treintones y cuarentones nos motiva lo simple, lo naíf y lo efectivo, y no necesitamos tanto un decorado de cartón piedra como una "jugabilidad" (odioso neologismo) que nos permita divertirnos de manera inmediata. Personalmente, bien lo sabéis, adoro los roleplaying y los strategy games de todo orden y condición, y tanto las antiguas carracas como sus actuales reconstrucciones. ¿Ejemplos? Mirad aquí y allí, en este blog o googlead sin contemplaciones, que la red os proveerá. Lo que sí haré será dejar aquí constancia de aquellas páginas de las que habitualmente extraigo jugosos bocados:


Desura.


Indie Retro News.


Indiegames.


Retro Spirit Games.

Indie RPGs.


Buy some indie games.

Dungeon Crawlers.org


RPG Makers.


Una nutrida panda de locos en busca de lo bello y lo bueno (y lo barato), se dedica en cuerpo y alma a esto de la distribución y la promoción de juegos inspirados en el modo de proceder de antaño... pero desengañémonos: la mayoría de tales engendros no son más que olvidables piezas de desguace, ¡y sin embargo, de vez en cuando asistimos al alumbramiento de alguna joyita electrónica! Ergo ya lo sabéis: stay tuned!