domingo, 29 de julio de 2012

Tercera sesión de ilusionismo. Meta- versos, la ciencia más allá de la poesía

¡Hola amiguitos!

Hoy voy a hablaros de una extraña plataforma virtual que todo el mundo conoce al menos de oídas: Second Life (SL). Desde el 2010 he tenido la oportunidad de acceder a esta cosa rara de la que tenía apenas una vaga idea, y desde el principio cambió mi percepción sobre el particular. Second Life, al menos en mi experiencia, es un lugar que se presta extraordinariamente a la creatividad en cuanto a la construcción de personajes y mundos virtuales se refiere. Y sé que nada más escuchar este nombre (en España, quiero decir), uno se imagina a una grey de frikis sin vida real que entra en tales plataformas virtuales con el glorioso fin de poner a su electrónico avatar a folgar, pero nada más lejos de la "realidad", como veréis.

Mi experiencia en este "metaverso" (es la palabra adecuada para referirse a estos particulares universos virtuales), se reduce casi exclusivamente a aquellos "sims" (escenarios, lugares) de temática victoriana, steampunk o de terror; y en muchísima menor medida a aquellos basados en los mundos de fantasía tolkiniana. Esto lo digo porque es muy importante aclarar que Second Life, y otros metaversos, son meras plataformas que uno puede utilizar para y como le venga en gana. En otras palabras, como diseñadores gráficos, bien podemos recrear en un sim de nuestra "propiedad" una tupida selva colombiana, un templo de Palas Atenea, o una Nueva York a escala. El único límite es nuestra imaginación y nuestro dinero (hecho siniestro del que hablaré más adelante).Pues bien, el Second Life que yo tengo en mente y en el que se basa prácticamente toda mi experiencia, lo constituye una enorme red de mundos interconectados, cuya población real life se distribuye más o menos en una proporción 60-40 %, entre los Estados Unidos de América y nuestros amigos sudamericanos por un lado, y Europa por otro; y dentro de esta última, tenemos que hacer particular mención a ingleses, alemanes y franceses. La presencia del resto de países es casi testimonial (exagero, pero la percepción que uno tiene in world es más o menos ésa). En España los metaversos no tienen apenas recorrido, y curiosamente esto da pie a que se crea que el tema ha terminado en "fracaso". En fin, todo lo que no que en nuestra aldea no triunfe, no merecerá la pena seguro, jejejeje. Nah, pero a pesar de que la euforia que hubo hace unos años con la novedad haya pasado a mejor vida, Second Life se mantiene y hay un montón de gente que sigue invirtiendo sus "lindens" (la moneda oficial) con el fin de mantener sus mundos y avatares de fantasía.

No digo que a mí me entusiasme su configuración actual, pero la idea animadora que subyace es buena: la (re)creación de un mundo de fantasía puede considerarse en cualquier caso como un acto puro de creatividad, y como tal, a mí (como niño fantasioso y con chistera que soy)  me estimula e interesa. Pero vayamos a lo importante: sus mundos virtuales. Bien, yo he tenido la oportunidad de visitar algunos de ellos en la efervescencia exploradora de los primeros meses, y tengo que deciros, amiguitos, que muchos de ellos dejan boquiabierto a cualquiera. Y hablo sobre todo de aquellos sims victorian-steampunk, como Caledon, Legacies 1891, New Babbage, New Toulouse o Forgotten City. El que más me mueve estéticamente es Legacies, dada su temática noir o dark victorian, pero el resto no tiene desperdicio. No pienso hacer una descripción completa de sus trasfondos inspiradores, pero sí os diré que Caledon, por ejemplo, mantiene una visión "impresionista" y alegre del siglo XIX, así como New Babbage lo hace desde una postura decididamente steampunk. Como una imagen vale más que mil palabras, os pondré algunos ejemplos gráficos de uno y otro mundo:
¿Para qué sirve Second Life? ¿Cómo se divierte uno en un metaverso como éste? Una respuesta rápida podría ser: para construir, diseñar, interactuar y dialogar. Es decir, sirve para lo mismo que cualquier juego de ordenador al uso, con la salvedad de que se trata de un espacio de creación e interacción casi ilimitado, en el que podemos además perfilar nuestro avatar como queramos. Sí, podemos crear el personaje o los personajes que deseemos ad infinitum, dado que se nos brinda la oportunidad de modelar su shape and skin (cuerpo y piel) hasta en los más nimios detalles, amén de poder hacer uso de la vestimenta que nos plazca. Es más nuestro avatar no tiene por qué ser antropomórfico. Podemos convertirlo en un edificio, un automóvil, un dragón, un esperpento informe… Las posibilidades son infinitas. De este modo, y con un ambiente (un sim) adecuado, nuestra experiencia de juego puede resultar ser muy divertida y atrayente. Y digo “juego” porque SL es tan sólo un universo de juegos muy creativo, y no una especie de “segunda realidad” en la que escapamos de nuestras vulgares existencias, como a menudo se ha vendido. Nonsense!
¿Y cómo se divierte Top Hat Child’s en Second Life? Muy fácil: creando y modelando personajes y explorando algunos entornos muy bonitos. En mi haber se cuentan un personaje principal y dos secundarios. El principal -mi vástago predilecto- es Lord Zanoni Firecloak, un investigador victoriano de lo oculto, cuya devoción son los grimorios, las féminas que afectan inocencia, los gatos y búhos y el ajenjo, y cuyos padres espirituales son Poe y Bierce. Aquí va una imagen en su entorno favorito: Legacies 1891, un universo que recreaba (ha muerto recientemente) el Londres victoriano post-Jack the Ripper.
La segunda es una hija muy querida por mí: Beatrice Brontë, nada menos que la hermana perdida de aquellas benditas e inmortales Charlotte, Emily y Anne. Se trata de una dark poet lacónica y sensual, que gusta de contemplar la noche y los páramos. Toda una amazona inalcanzable dotada de un cuervo perverso y enamorado y de una pluma afilada.
El tercero es un charlatán, alquimista y mosquetero, amén de pendenciero, sinvergüenza y mujeriego, conocido como Hyeronimus Fluctibus Chymista, perseguido en numerosos ducados, marquesados, condados, electorados, reinos y ciudades europeos, a causa de elixires miccionantes y eméticos de dudoso contenido purgante, así como por juegos, desfloramientos y riñas varios.
La creación de personajes supone una de mis mayores aficiones secondlaifescas debido a que es una forma muy divertida de “dar a luz” ideas literarias, es decir, de recrearlas gráficamente, de darles imagen y entidad. Y esto para cualquier escritorzuelo que se precie es impagable. Asimismo, me atrae enormemente la posibilidad de pasear por esos mundos de ensueño creados por genios (y desde aquí mando un recuerdo especial a Trijin Bade, el creador de Legacies… ¡cabrón, menudo curro!). En cuanto al diseño gráfico, es algo que ni me planteo: no tengo ni la cabeza ni las ganas de estar un chorrón de horas metido en un metaverso, aunque fuera para edificar atmósferas y universos.
No pienso perder más tiempo en esto. Estoy seguro de que a aquellos a los que le llame la atención lo antedicho, se buscarán la vida para aprender, y a los que no, sencillamente pasarán de largo.
Tan sólo me resta poner aquí una lista de pros y contras, con el fin de que el neófito se atenga a lo que hubiere:
Pros:
1.      La posibilidad de creación y modificación casi infinita del avatar (o del personaje con el que deseamos movernos en el metaverso).
2.      La posibilidad de hacer casi lo que nos plazca con nuestro avatar, siempre dependiendo de elementos como el “AO” (el modo de caminar de nuestro avatar), y de los “huds” (o animaciones a los que puede acogerse nuestro personaje con el fin de insuflarle más vida y carácter).
3.      Un abanico bastante amplio de mundos de diversa temática que harán las delicias de aquellos que tengan algo en la cabeza (i. e. si no tienes ninguna afición literaria o fantástica, o alguna inquietud mínimamente sofisticada, SL no tendrá mayor interés para ti). Incido especialmente en el tema victorian-steampunk, consustancialmente unido a la literatura anglosajona, pero también en aquellos sims inspirados por la literatura fantástica y de ciencia ficción.
4.      La posibilidad de conocer muchas personas de distintas partes del globo terráqueo, y de practicar el inglés escrito (u otras lenguas, pero principalmente el inglés). Porque eso sí: tan sólo con la cervantina lengua no llegaremos a nada que merezca la pena.
5.      Hay algunos eventos a los que merece la pena asistir: tertulias literarias, filosóficas, juegos de rol construidos sobre ambientes tétricos o maravillosos. Resulta en ocasiones muy instructivo y sugerente. Vivaz.

Contras:
1.      Su complejidad: es muy difícil y enrevesado para el neófito. En eso radica parte de su marginalidad. Seguro que habría otras vías para hacerlo más easy-going.
2.      Sus requerimientos técnicos: en la práctica hay que tener una muy buena máquina para que merezca la pena perder nuestro tiempo. Su motor gráfico es deficiente en la medida en que nos exige demasiado y tampoco da tanto a cambio.
3.      Su ridículo sistema económico: creo que no viene a cuento que tantas cosas cuesten tanto tratándose de un simple juego. Es cierto que muchos entornos mmoprg nos hacen pagar igualmente, pero de veras creo que el elevado coste hace que SL sea marginal en muchos países, y además está reduciendo su atractivo para muchos potenciales creadores de mundos. Es más, hace unos días, su más atractivo sim de juegos (Legacies), ha dicho adiós a SL debido a esto mismo, ¡y yo me cago en tó!
4.      Y por último, y casi como nota al margen, la cantidad de locos que creen de veras que es una especie de “segunda vida” en la que merece la pena implicarse y demás. Siniestro. Aunque esto es un argumento que puede extenderse a muchos ambientes en Internet. Hay que salir más y tener más vida íntima, amigos. Buscaos una novia o un novio (o un amante) que os quiera. En serio.
El resultado se inclina claramente hacia lo negativo. Debido a que es estúpidamente caro y lento para muchas máquinas, SL es un producto deficiente y obsoleto, si bien, repito, la idea es buena, muy buena. Auguro un triste pero prolongado final para nuestros amigos de Linden Labs, entre otras cosas debido a que si uno alberga realmente las ganas y el talento para crearse un universo virtual al que puedan acceder más personas, creo que el mmoprg o el diseño de videojuegos es la salida más digna actualmente, no SL.
Para ir acabando, tengamos en cuenta que SL es sólo uno de tantos metaversos que podemos encontrar. Eso sí, yo afirmaría que actualmente, para bien o para mal, se trata del mejor, debido a la cantidad y la calidad de sus entornos y posibilidades. Haremos mención de otros dos:
Inworldz (http://inworldz.com/). Es una especie de alternativa a SL. Una vez le eché un vistazo, pero aún le falta muchísimo por recorrer. Creo –por lo que he leído aquí y allá-, que pretende ser menos corporativo, más barato y más libre. Le seguiré la pista. De momento podéis visitar una ciudad victoriana muy bonita allí dentro: The Nation of Victoriana: http://www.nationofvictoriana.com/
Blue Mars (http://www.bluemars.com/). Lo he probado un par de veces y es aburrido, limitado, lento y un coñazo. Además, su estética me da repelús. Por otra parte, su funcionamiento es ligeramente distinto: se trata de una serie cerrada de mundos en los que nuestro avatar puede moverse. En resumen, mucho más limitado, quizás por encontrarse en sus inicios, no lo sé… No pinta bien, en cualquier caso.
Ahora, algunos enlaces de interés (del mío, digo :D):
The Steampunk Tribune: http://www.steampunktribune.com/
The Steam Lander Forums: http://www.steamlands.com/forums/
Legacies Role Play System: http://larps.net/
Y nada más, amiguitos. ¡Espero que os haya entretenido mi verborrea!

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